GRAN HERMANO 11. Septiembre 2009/I

11 septiembre, 2009 at 18:53
GRAN HERMANO 11. Septiembre 2009/I

        El doctor Gregorio Marañon en una conferencia dijo «que el deber de la niñez es la obediencia; el de la juventud, la rebeldía; el de la madurez, la austeridad, y el de la vejez, la adaptación».

       Decía a los jóvenes «Sed, por deber, rebeldes» y luego añadía «rebeldes, no con rebeldía sistemática y ciega, sino contra lo que no sea justo».

        La juventud —escribe Marañón— es la época en que la personalidad se construye sobre moldes inmutables. Y además, la única ocasión en que esto puede realizarse. Toda la vida seremos lo que seamos capaces de ser desde jóvenes.

    

 Antes de proseguir, hay que decir que hay gente sana, buenos jóvenes, pero cada vez menos y lo que se pretende es  manifestar nuestro malestar y preocupación por lo que esta pasando en nuestra sociedad.

       Al margen de que las tesis  de Gregorio Marañon sean o no compartidas y acertadas, porque claro, es fácil exclamar ¡son otros tiempos! y con eso se arreglo todo.  Pero no es así, si uno echa un vistazo a su alrededor, puede comprobar como parásitos no productivos viven sin trabajar principalmente a costa de  series, concursos y programas televisivos , con el  agravante de que sirven de modelo a generaciones  de jóvenes.    

       Que un joven diga que su principal ilusión  en esta vida es ser concursante del el programa del GRAN HERMANO  11, lo dice todo. Son programas basura que hacen que  los jóvenes vean la realidad distorsionada y esto hace que  se marquen otros objetivos en la vida.

       Pero es que además, somos testigos de cómo jóvenes nos ofrecen una  violencia gratuita a través del botellón,  futbol, colegio e  incluso de como practican  malos tratos  a padres y maestros.  De cómo nuevos padres y madres se lían un porro delante de sus hijos de 3 0 4 años, pero es que además se lo fuman prácticamente encima del niño. Son muchos los aspectos que desmuestran un fracaso en el conjunto de las nuevas generaciones y sería interminable los casos o ejemplos a exponer, por ello ante toda esta evidencia, es necesario un cambio en los planteamientos educativos y esto supone trabajo, mucho trabajo.   

        El problema es, como en tantos otros asuntos de estado, que   a los políticos les falta dos cualidades vitales,  conciencia pública y visión de futuro. Esto ocasiona  que la dirección de la educación haya sido abandonada y dejada en manos de incompetentes e independentistas.

        De hecho, los políticos saben que es  más fácil para el gobierno de turno tener que manejar  a generaciones de jóvenes atrofiados y aturdidos, que  jóvenes con principios y rebeldes contra lo injusto y lo inmoral, jóvenes que son el relevo de las nuevas generaciones de padres, empleados, políticos, etc. Ellos, deben ser los propulsores de los grandes cambios sociales, de la innovación,  y para ello deben de estar preparados para asumir la responsabilidad del mañana.

       Cuando el despertar de las conciencias llege a todos los rincones de nuestras tierras, es entonces cuando surgira con fuerza un movimiento social que recupere las formas, sin perjuicios, ni miedos y volveremos a hablar de etica y respeto a las normas de convivencia.

 

Engaño manifiesto. Junio 2008/ I

21 febrero, 2009 at 13:40

Recuerdo de niño decir a mi padre, que cuando su abuelo hablaba de sus vivencias y especial de su participación en la guerra de Marruecos, conocida esta por el triste y doloroso desastre de Annual, utilizaba mucho para terminar o dar fin a sus relatos la expresión  «engaño manifiesto»,  desconozco si esta frase era utilizada habitualmente en la época o fue acuñada por el mismo.

Mi bisabuelo nació a finales del siglo XIX, heredo como tantos otros españoles de a pie, una España llena de monarcas, políticos y militares decadentes. Una sociedad marcada por el fin de un imperio con la pérdida de Cuba, Filipinas y la venta de Puerto Rico e Islas Marianas. Además de todo esto, llego a vivir lo suficiente para presenciar nuestra sangrienta Guerra Civil y dolorosa posguerra.

Hoy con el paso de los años y tras rebasar los cuarenta, creo comprender en parte porque mi bisabuelo empleaba la expresión de «engaño manifiesto». Considero que aquellas generaciones de españoles   convivieron entre el engaño, la traición y la decepción de sus dirigentes. Circunstancias que debieron ocasionar una pérdida de confianza en aquellos que debían dirigir los destinos de la nación. Tuvo que ser duro comprender que tanto trabajo y sangre derramada no habia servido para nada, marcando la vida de muchos hombres y mujeres al comprobar como al final de la corrida siempre pagan los mismos.

En la actualidad,  mis sentimientos como la de tantos españoles se fusionan con la impotencia y rabia contenida al ver como evoluciona nuestra sociedad, como cada cuatro años somos capaces de soportar solos y en grupo, el que nuestras vidas se somentan a un engaño continuo, un engaño manifiesto por parte de nuestro dirigentes. ¿Y porque afirmo esto?, pues porque estos no son capaces de hacer respetar nuestra constitución, porque ellos permiten que la voluntad  chulesca de unos pocos se impongan a la mayoría, porque no son capaces de endurecer las leyes para que traficantes de droga, terroristas, violadores e indeseables no sigan destrozando la vida de personas y familias enteras, porque se sacrifican los derechos de las victimas y todas aquellas personas de bien para respetar y garantizar los derechos de asesinos sanguinarios, por pedir que nos ajustemos el cinturón cuando ellos se suben los sueldos y las primas a cotas inimaginables para un trabajador, esto ultimo para mi es una falta de respeto y desprecio hacia mi persona, dar ejemplo demostraria la talla de las personas y de un lider, porque han olvidado algo tan elemental y simple como el que son nada más y nada menos que trabajadores  públicos al servicio de la nación.

Todo ello sin entrar en el apartado de las promesas vacías e incumplidas por parte de nuestros políticos, esos que se han dormido en los laureles al permitir desmanes y estafas de autoridades públicas en contra de los intereses del pueblo, de los trabajadores y de todas aquellas personas de bien.

Es evidente que no todos los políticos son así, solo nos faltaba esto, pero también esta claro que esos buenos y escasos políticos están sujetos a la dirección de su partido. Partidos que no ven más allá de esos cuatro años de oposición o de gobierno y que no son capaces de arriesgar con medidas excepcionales para cambiar el sistema.

Necesitamos líderes de verdad, hombres de honor que nos devuelvan la confianza y la ilusión. Líderes que actuen con hechos para dar preferencia y soluciones a las verdaderas necesidades de la sociedad; trabajo, sanidad, seguridad y educación en unas mismas condiciones de igualdad entre todos los españoles.

De la utopía a la realidad. Septiembre 2007/ II

21 febrero, 2009 at 13:34

Soy una persona normal y corriente que ha aportado una idea, que otros más capacitados deben desarrollar y que todos juntos debemos ponerla en práctica. Lo que en un principio ha comenzado como un sentimiento, una idea abierta, debe dar paso al trabajo por supervivencia y para ello es necesario el esfuerzo de muchas personas sin importar su condición social, intelectual o profesional.

Todos debemos hacer bien nuestro trabajo, aquí desde el primero hasta el último deben participar e implicarse. Empezando por el trabajador y el empresario,  banqueros, funcionarios públicos, economistas que diseñen la nueva economía, investigadores que nos hagan ser competitivos, jueces que cambiando la ley garanticen nuestra seguridad castigando de verdad a los malos y que además faciliten el trabajo a los cuerpos y fuerzas de seguridad, maestros que formen a las nuevas generaciones de españoles, no solo en cultura general, también en educación cívica, militares que garanticen nuestra unidad como Nación y que luchen  contra el enemigo  sea de  fuera o este dentro de nuestra casa, médicos, agricultores, autónomos, en resumen todos.

Lo que se plantea es un reto, un llamamiento en toda regla, un cambio de conciencia y una forma diferente de ver la vida. No pretendemos que se renuncie al bienestar individual, pero tenemos claro que alcanzar, mantener y mejorar el bienestar social, implica garantizar los derechos reales del individuo; trabajo, sanidad, educación y seguridad.

Los políticos.

21 febrero, 2009 at 13:22

Es difícil valorar el numero de políticos honrados que hay en nuestra sociedad, que por supuesto los hay, no faltaba más, pero la desconfianza que han generado  no solo ha nivel local o autonómico, sino desde el propio gobierno de la Nación, ha hecho que el político en su semblante social y publico, se conviertan en perros y pájaros, ya que estos solo hacen que ladrar y piar. Y a esto debo incluir su condición de parásito, al sangrar las arcas del pueblo, y no estoy hablando de no pagar una multa por mal aparcamiento. Pero esto no es más que el principio, lo grave, es la traición reiterada a la constitución de 1978.
La corrupción generalizada sin distinciones de partidos políticos no solo en lo material, sino también en lo moral, están haciendo de la política y con ella de los políticos, los marchantes del pueblo, de aquellas buenas personas que con su  trabajo viven y dejan vivir.

Sanidad, seguridad, trabajo y educación, son los pilares de nuestra sociedad,  estos permiten crear y desarrollar nuestro hogar.  Pero nos encontramos  ante una mala gestión de aquellos que debían de  conservar, proteger y  facilitar estos valores al ciudadano.  Las responsabilidades derivadas  por haber hecho mal su trabajo, deben ser asumidas por todos aquellos que esten o hayan estado implicados en la dirección de estos  departamentos.

Cualquier ciudadano cuando falla o incumple las normas, le toca hacerse cargo.  Pero ellos, los que juegan con el pasado, presente y futuro  de nuestros hijos, no pagan, no asumen, solo se preparan el camastro. Y una vez dejada la vida política, se acabo, aquí no pasa nada, borrón y cuenta nueva. Si esto no cambia nos veremos en una espiral de corrupción continua. Ellos siembran malas semillas y nosotros  los de siempre recogeremos las  malas cosechas.

FALLAS 2013. Critica fallera a la clase politica.

VALENCIA.FALLAS 2013. Critica fallera a la clase política.

FALLAS 2013. Critica fallera a los politicos.

VALENCIA.FALLAS 2013. Critica fallera a los politices.

 

 

 

MADRID, 11 de Marzo 2004.

21 febrero, 2009 at 13:21

Si el atentado de Madrid fue debido a una política equivocada del gobierno de Aznar, ¿porque no actuaron contra la clase política o dirigente de entonces?, o sobre aquellos que promovieron y permitieron la guerra de Irak.

La sociedad española, el pueblo llano, se había manifestado continuamente y rechazado la guerra de Irak. Y ellos, lo terroristas, lo sabían. También el Islam de todo el mundo había presenciado en los medios de comunicación cual era la verdadera postura social del pueblo español.
¿Porque entonces castigaron a inocentes?

Al margen de los aciertos o no del gobierno de entonces, él atentado fue a mi juicio y tal como lo percibo como ciudadano de a pie, es el pago a una sociedad abierta y confiada en que todos somos iguales y buenas personas,  pero la realidad dentro y fuera de nuestras fronteras es otra.
También considero que es una de las consecuencias derivadas de una mala política de inmigración, porque al final quien realmente lo ha pagado con sangre, ha sido el ciudadano de la calle.
Nadie quiso esta tragedia, pero la falta de filtros adecuados a los tiempos que vivimos y la falta de profesionalidad, sobre todo a la hora de crear un plan moderno de prevención, nos ha traído y traerá dolor.

Ellos, aquellas personas anónimas que luego resultarón ser terroristas,  se les acogió entre nosotros y se les dio una oportunidad para mejor en este paraíso que es España.  Un hogar en donde se les ofrecio trabajo, sanidad, educación y lo que es muy importante el abrazo materno y protector de nuestra constitución. Al final de nada sirvio, no tuvierón miramientos ni misericordia y  así pagaron su deuda con nuestra sociedad trabajadora.

En esta nueva forma de guerra, las personas corrientes no tenemos opción, a ellos, los terroristas, no les importa nuestras ideas o si simpatizamos con ellos, solo existe un bando donde podemos estar, porque nuestra posición en este tablero de la vida, es el de victimas.


Elemento de juicio

21 febrero, 2009 at 13:17

Es muy importante en la formación de las personas, la existencia de una base cultural adecuada, no solo en las materias propias de la educación escolar, también en las normas de convivencia. El conjunto de ambas van a permitir que los ciudadanos razonen y comprendan cuales son las obligaciones individuales de cada uno hacia la sociedad, y a su vez de ellos saldrán los dirigentes de nuestra nación, aquellos que tienen la responsabilidad social de garantizar unos derechos y libertades reales.

En general son personas anónimas que ocuparán los distintos puestos necesarios para que la sociedad continué funcionando. Algunos de ellos, serán funcionarios públicos que a través de su trabajo y toma de decisiones influirán de una manera muy directa en nuestra vida. Algunos como los políticos y los jueces, son personas que han recibido una formación y que están fallando a la nuestra sociedad.

Uno se pregunta si realmente el conjunto de nuestra sociedad, pueda estar inmerso o cautivo por un sentimiento de culpabilidad, es decir, por nuestra memoria histórica.
Tras una guerra civil y cuarenta años de dictadura han hecho que las generaciones de españoles actuales echen a un lado conceptos como deber, orden y obligaciones.

Nuestra nación se ha convertido en un nido de terroristas, mafias y delincuentes. Nuestras leyes no se cumplen, ni tan siquiera se cambian o mejoran para que “quien lo haga lo pague”, y es aquí donde deben actuar nuestros políticos y jueces. Es su deber y obligación la de garantizar nuestra seguridad, tomando las medidas oportunas, cambiando la ley y luchando contra corriente si hace falta.
A veces solo basta con tener elemento de juicio para mejorar, no se pueden sacrificar los derechos y libertades de las personas de bien, por respetar los derechos y libertades de aquellos que quitan la vida y destruyen el bienestar de todos.

España se ha convertido en un paraíso para el mal, un sueño para la delincuencia. Las palabras y buenas intenciones ya no bastan. Es una necesidad vital para todos  el endurecer las leyes e incluso ir más lejos, incorporar la pena de muerte a nuestro código penal, esto no es volver al pasado, como creen muchos, es algo esencial como la vida misma, una cuestión de supervivencia.
Y además, ¿quien puede temer esto?, no estaremos pensando que tiene miedo el agricultor o el ciudadano que se levanta a las 07,00 h. de la mañana para ir a trabajar.
Señores políticos y jueces, hay que ser más realistas y valientes. Estamos ante un cáncer que se propaga y cada vez es más grande.
¿A que están esperando Uds.?, si no han sabido prevenir, ¡deben actuar!, porque quien realmente esta sufriendo las consecuencias de todo esto, son las personas corrientes del día a día.
El rápido aumento de población en este pequeño mundo, va generar más personas malas, unos por necesidad y otras por gusto. Cuando al sufrimiento infligido a las gentes de bien, es penalizado en una proporción menor, con privilegios, con unas condiciones de vida superior a aquellos que han matado, violado o destrozado la vida, no se temerá hacer el mal porque en resumen la cárcel será una segunda vivienda con todas las comodidades.

Nos encaminamos hacia un planteamiento de pura necesidad, implantar medidas duras, muy duras, incluso de incluir la pena de muerte en nuestro Código Penal. Medidas correctoras que nos permitan mantener en nuestra sociedad unas mínimas garantías de derechos sociales.
Quizás no se consiga todo lo que pretende, pero una cosa es segura, aquel que sea sentenciado y ajusticiado por crimines contra la sociedad, ya no tendrá otra oportunidad para volver a hacer el mal. Y todos aquellos que lo intenten, se lo pensaran dos veces antes de actuar, nosotros seguiremos respondiendo con toda la ley, hasta que los que queden o aquellos nuevos miembros que se incorporen al camino del mal, vean los resultados de sus posibles agresiones, entonces no se lo pensarán dos veces, sino tres y así sucesivamente.

El pago de una falsedad

21 febrero, 2009 at 13:15

Los grandes partidos y las agrupaciones políticas han fracasado, representan para muchos millones de españoles, las últimas esperanzas que tenían. Desilusionados y engañados, nuestros pueblos se han visto llevados hacia la nada.

Aquellas falsas esperanzas, trajeron los intereses de grupo o partidistas, los cuales potenciaron los intereses privados y la especulación de la esperanza, un puente que nos ha servido para conducirnos a una sociedad débil y dividida.

A cambio, como pago, nuestra sociedad actual, se ha encontrado ante una gran concentración de derechos, que en su mayoría están vacíos o son inútiles. Además de que los deberes y las obligaciones con la sociedad, que son la base y el fundamento de nuestra existencia, son rechazados por muchos sectores de la población y en otros casos son mal cumplidos.

El mal ciudadano, y en especial grupos mafiosos, adquieren un gran poder social amparándose en esos derechos que tienen y que en cambio estos mismos son los que ellos anulan a las personas de bien. Situación que provoca un aislamiento de las libertades reales de todos nosotros.

No se nos puede hablar de igualdad, civilización o progreso, cuando hay ciudadanos libres y con muchos derechos que pasan miseria y viven en un olvido que raya más allá de la vergüenza. La de aquellos pueblos que permiten que una parte de ellos, por mínima que sea, vivan en unas condiciones degradantes.

Trabajo, sanidad, seguridad, educación y dominio del futuro, son las libertades reales y derechos verdaderos con los que un hombre o mujer pueden vivir, formar un hogar y progresar en paz en su sociedad.

No porque se vayan a dictar más leyes, con muchos derechos las cosas van a ir a mejor. Es algo simple, un principio de vida, que demuestra que los pueblos no viven de palabras o promesas, sino de hechos.

Estar en contra de la libertad es estar en contra de uno mismo, pero la libertad de todos nosotros no debe ser sacrificada por respetar la libertad y derechos de unos pocos.

El Movimiento Social para la Defensa de España (M.S.D.E ) es la supervivencia de una nación, la respuesta al siglo XXI. Planteamos cambiar las leyes para aplicar medias que permitan eliminar a todos los niveles el mayor número posible de enemigos de la sociedad.

Respecto a la existencia de un pueblo

21 febrero, 2009 at 13:07

Hubo momentos en la historia de nuestra Nación, en que sus pueblos estaban orgullos de sus orígenes. La visión que se nos presenta es la de una nación cansada, errante y sin futuro.

Es necesaria la creación de un movimiento popular que lleve consigo como meta real, el alcance de las principales necesidades de todos los pueblos de España, así como de un total desarrollo, que permita conseguir una sociedad de la más alta civilización.

Un MOVIMIENTO SOCIAL PARA LA DEFENSA DE ESPAÑA, que en su esencia más profunda sea puro trabajo, una forma de vida, que nos asegure con su esfuerzo, nuestra existencia como nación.

Su fuerza radicará en una sociedad nacional, formada por una gran voluntad colectiva de supervivencia. Pueblos unidos con un espíritu constante de lucha, que nos permita una vez puestos en marcha, llegar a conseguir los objetivos marcados.

Un movimiento social que luche por los verdaderos intereses de España, todo lo que represente nuestro olvidado y necesario interés nacional.

Intereses o necesidades como la de ejercer una ocupación laboral con garantías, crear y desarrollar un hogar familiar seguro y confortable, tener una seguridad y justicia real, que castigue al delincuente y así poder asegurar y disfrutar todos los derechos de ciudadano, una sanidad eficaz y adelantada, unos organismos que se encarguen de conseguir una educación y formación cultural sana.

Los puntos aquí expuestos son las necesidades y aspiraciones reales de nuestros pueblos. Su logro representaría una nación de la más alta civilización.

Para ello la dirección de los pueblos de España, no puede recaer en estados débiles, cuna de nuestros problemas y enfermedades sociales. Esta responsabilidad debe corresponder a un estado fuerte y sano, que tenga como tarea, organizar en todos los aspectos y sentidos una nación grande y próspera.

Nuestra existencia solamente se verá justificada, cuando nuestros pueblos conquisten el futuro, ocupando un lugar digno. Un futuro, no muy lejano, cuyas plazas son limitadas.