EL CID CAMPEADOR. Octubre/II 2013
Rodrigo Díaz de Vivar, llamado el Cid Campeador.
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El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al destierro con doce de los suyos,
polvo, sudor y hierro, el Cid cabalga.
Manuel Machado. “Castilla”.
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Representación ecuestre del Cid Campeador del año 1533
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Lo que queremos trasladar no es un debate o cuestionar si todo lo escrito del Cid es cierto o no. Existe una realidad y esta es indiscutible, Rodrigo Díaz de Vivar conocido como el Cid Campeador es parte no solo de la historia de España sino también de la historia universal.
La historia tiene enemigos y más cuando representa un símbolo nacional, por ello siempre hay quienes intentan de hacer olvidar su valor o desprestigiar sus hazañas. Por nuestra parte, hemos buscado una referencia en su vida histórica o literaria que nos sirva de ejemplo a seguir y nos permita a quien lee este escrito el poder transmitirle que es lo que le falta a nuestros dirigentes políticos.
Hemos escogido el juramento de Santa Gadea realizado en Burgos y que según para quien este hecho puede ser verdadero o falso, donde Rodrigo Díaz de Vivar llamado el Cid, hizo jurar al rey Alfonso VI que no había tenido nada que ver con la muerte de su hermano Sancho. El Cid realiza esta acción consciente de que deberá asumir las posibles consecuencias que esto le puede conllevar y de hecho así fue, realmente fue desterrado en varias ocasiones aunque por otras causas, perdió todas sus propiedades, bienes, tierras y todos sus privilegios pasaron estos a la corona.
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Los que dicen mal del Cid
Ninguno con verdad habla.
Que el Cid fue buen caballero
De los mejores de España.
(Romancero)
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La libre acción del noble Cid fue una apuesta por la justicia y la unidad, sabia que la duda podía destruir un reino y nosotros añadimos que también se puede destruir una Nación, la española. La falta de valor de nuestros dirigentes políticos en la defensa de España y su falta de credibilidad nos esta llevando a la nada.
Primero; si se comprometieron a representarnos y cobran por ello.
¿Por qué nuestros políticos no hacen bien su gestión?
Segundo, sino lo hacen;
¿Por qué nuestros políticos no asumen responsabilidades?
Tercero, si no saben prevenir;
¿Por qué nuestros políticos no toman medidas correctoras para reparar lo que se a hecho mal?
Cuarto, por el bien común.
¿Por qué nuestros políticos no arriesgan y plantan cara cuando toca?
Necesitamos encontrar hombres y mujeres con cualidades y valores morales, personas que sean capaces de poder tomar decisiones difíciles, incluso arriesgadas si con ello se lucha para garantizar nuestro bienestar social.
Dirigentes preparados para evitar fallos como la anulación de la Doctrina Parot. Algo impensable cuando los gobiernos de España han tenido a su alcance todos los medios disponibles de la nación española y estos, que son los que dirigen nuestras vidas, no han sabido prevenir y en su defecto corregir esta desviación o aberración social que atenta indiscriminadamente contra cualquier ciudadano.
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“Verba docent, exempla trahunt”
(Las palabras enseñan, los ejemplos arrastran)
Frase de origen romano.
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<<Cuenta la Crónica, que Don Alonso VI sabida la muerte de su hermano Don Sancho en Zamora, vino luego á tomar posesión del Reyno de que había sido injustamente despojado. Los Leoneses y Gallegos le aceptaron inmediatamente por su Rey y Señor; pero los Castellanos y Navarros no le admitieron sino bajo la condición de que jurase no haber tenido parte en la muerte de su hermano Don Sancho. Sin embargo ninguno de los Castellanos se atrevió a pedir juramento á Don Alonso, sino es el Cid, que no quiso besarle la mano hasta que lo hiciese. Juró el Rey con estas palabras:
Aquí juro á Dios, é Santa María, que nunca lo maté, nin fui en consejarlo, nin me plogo ende aunque me quitado mi reynado. E por ende vos ruego á todos, como amigos, é vasallos leales, que me aconsejades como me salve de tal fecho.
Alentados los Castellanos con el hecho del Cid, respondieron al Rey, que jurase como doce caballeros vasallos suyos que vinieron con él desde Toledo, y que el juramento se hiciese en la Iglesia de Santa Gadea de Burgos, y que de este modo seria salvo, y le aceptarían por su Rey. Marchó Don Alonso á Burgos, y disputándose entre los Castellanos quien había de representar al reyno de Castilla, se ofreció el Cid, encargándose de esta función. Llegado el día, y puesto el teatro en Santa Gadea, puso el Cid el libro de los Evangelios sobre el altar, y poniendo el Rey Don Alonso sus manos sobre el libro, le habló el Cid con estas palabras llenas de ánimo y de amor a su patria, y á su Rey Don Sancho:
Rey Don Alonso, vos venides jurar por la muerte del Rey Don Sancho vuestro hermano, qui nin lo matastes, nin fuestes en consejo: decid, sí juro, vos é esos fijos dalgo.
Respondió el Rey con los otros caballeros:
Sí juramos.
Entonces dixo el Cid:
Si vos ende sopistes parte, mandado, tal muerte murades como murio el Rey Don Sancho vuestro hermano: villano vos mate, que non sea fijo dalgo: de otra tierra venga, que non sea Castellano. Amen.
Respondió el Rey, é los fijos dalgo, que con el juraron:
Amen
No contento el Cid con este primer juramento, se atrevió á pedirle segundo, y tercero, y dice la Crónica que al segundo se sonrojó el Rey, y al tercero se irritó contra el Cid, reprehendiéndole con estas severas palabras:
Varon Ruiy Diez, ¿por qué me afincades tanto, ca oy me juramentastes, é cras besaredes la mi mano? >>
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Marcos Giráldez de Acosta (1830-1896) Jura de Santa Gadea
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« ¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!»
Poema del Mio Cid.
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ALFONSO VI
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Tal y como describe Reinhart Dozy en su libro Historia de los musulmanes de España Libro III & Libro IV. Pag. Nº 371 (2012) <<… el Cid Campeador no es ya la personificación de un Estado, ni de una clase particular, es la personificación de España. Monárquico en el Poema, místico en la leyenda, señor feudal en la Crónica, plebeyo en los Romances, el descendiente de Laín Calvo, el hijo del alcalde ciudadano, resume en sí todas las clases sociales.>>
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El Cid Campeador, conquistador y señor de Valencia (1094-1099)
De esta estatua ecuestre de Rodrigo Díaz de Vivar se encuentran otras iguales en Sevilla, Nueva York, San Francisco, San Diego (California) y en Buenos Aires (Argentina)
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Y según García Fitz <<El Cid se convierte en conciencia social y guardián del bien común, pasando a representar el «mito del cambio social, pero del cambio social asumible, no revolucionario», al actuar como garante de la continuidad del ejercicio de la autoridad, pero del ejercicio correcto de la misma. >>
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Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid. Burgos.
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BIOGRAFÍA.
Sobre el Cid Campeador se ha escrito mucho en todo el mundo además de haberse realizado teatro, opera, películas, documentales, canciones e incluso videojuegos, por ello afirmamos que este personaje junto a otros de nuestra historia forman parte de la historia universal. Si nuestro patrimonio histórico hubiera pertenecido a otros países, como por ejemplo Estados Unidos, me atrevo asegurar que directores de la talla Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Ridley Scot entre otros ofrecerían al mundo grandes películas históricas.
Algunas representaciones de Rodrigo Díaz de Vivar,
el Cid Campeador.
Algunas referencias:
– El Cantar del mío Cid. Anónimo.
– Historia de los musulmanes de España Libro III & Libro IV. Pag. Nº 371. Escrito por Reinhart Dozy. MADRID. 2012
-Historia de Al-Andalus – Ibn Al-Kardabus, Felipe Maillo Salgado – 2008
– El Cid: La leyenda. Película de animación española. Dirección José Pozo. 2003
– Ruy, el pequeño Cid . Serie de dibujos animados. Primera coproducción entre la compañía de animación española «BRB Internacional» y la «Nippon Animation» de Japón.
– GARCÍA FITZ, Francisco (2002). Bibliografía Cidiana: últimas aportaciones (1999-2002)
-El Cid campeador. Francisco Capdevila, Walt Disney. Productions Editorial Everest, 1984
– Cine histórico: EL CID. Producción de Samuel Bronston, con Charlton Heston, Sofia Loren, Ralf Vallone entre otros. EE.UU. (1961)
– Romancero e historia del muy valeroso caballero El Cid Ruy Díaz de Vibar. Escrito por Johannes von Müller, Juan de Escobar FRANCOFORTO 1828
– Romancero del Cid, o, Storia dei fatti del celebre Cid castigliano. MILANO 1838
– Chronica del famoso Cavallero Cid Ruydiez campeador.Escrito por D. V. Huber MARBURG 1844
– Chronicle of the Cid: From the Spanish Escrito por Robert Southey . BOSTON 1846
– Poème du Cid: texte espagnol accompagné d’une traduction française. PARIS 1858
– El Cid, considerado como símbolo de todas las manifestaciones de la actividad castellana. . Escrito por José Muro López-Salgado. MADRID 1863
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