Las consecuencias de un trauma histórico. Enero 2008

21 febrero, 2009 at 13:39

LAS CONSECUENCIAS DE UN TRAUMA HISTÓRICO.

Hoy en pleno siglo XXI , todavía y de forma residual,  la dictadura del General Franco sigue marcando muchos aspectos de nuestra sociedad. Valores como la unidad de España y el orden entre otros, son relacionados con el régimen anterior.

Pero lo más grave de todo esto,  es la utilización de la dictadura  del General  Franco como  uno de los mayores pretextos legales creados en el siglo XX y principios del XXI, para atacar, aislar y desacreditar el valor de España.

Aquel régimen se acabo para siempre y  entro  a   formar parte para bien o para mal de nuestra historia, insisto, Franco paso y es historia. En  este momento, nuestro punto de partida es la constitución de 1978, una concordia que cancela cualquier crédito utilizado por independentistas y sectores de izquierdas para justificar sus luchas sin sentido y poder retirarles de una vez por todas el papel de victimas.

Esta, nuestra democracia  y  como  ya  hemos indicado en  otras ocasiones,  «es el legado de nuestros abuelos y padres, aquellos que renunciaron a mucho por sus hijos y nietos, abrieron un nuevo período de convivencia, que con sus distintos gobiernos y de diferente político (izquierdas, centro y derechas) nos ha permitido llegar hasta aquí.»

Si realmente somos capaces de valorar lo que tenemos, nadie querrá volver al pasado, porque hoy por hoy nuestra constitución es el mejor ejemplo que tenemos de convivencia y respeto mutuo entre todos los pueblos  de  España.   Nosotros  vivimos  un  día a  día que  hay  que  compartir  y  enseñar  a las  nuevas generaciones de españoles castellanos, españoles vascos, españoles catalanes, en resumen a todos los que  aquí  vivimos. De  esta  manera,  formando  a la  España  de  ahora  y a  la del  mañana,  estaremos garantizando en paz nuestra permanencia como Nación.

Pero esto no es  compartido,  valorado y cultivado por  ciertos  sectores   políticos de  ambito  regional, traidores a su propio hogar que  han  germinado  una  semilla de discordia y que muchas veces ha estado
amparada por partidos políticos de representación nacional.

Mis limitaciones en gramática tal vez no me permitan explicar con palabras lo que percibo, por ello recurro a nuestro  refranero   popular  y  que si  aplico el  dicho  «cría cuervos y te sacarán los ojos» nos lleva  a la conclusión de que estamos ante lo que podríamos describir como los esquiroles de la democracia.   Su comportamiento  ha  sido y  es como  el de  aquellos  individuos  que  no se  mojan o luchan  a la hora de reivindicar  mejoras  laborales en una empresa,  pero que si se  benefician de todo aquello que se consigue a costa del esfuerzo de otros.

Ellos,  principalmente los   independentistas  catalanes  y  vascos,  son parásitos  que no  reconocen o respetan  la Constitución de 1978, pero que si han puesto la mano para recibir de la España  constitucional, el reconocimiento y la cooperación  necesaria para  afirmar, respetar y  fomentar las culturas propias de sus tierras ,  y  con ello el desarrollo de sus identidades propias como pueblos de España.

Nuestra constitución se puede mejorar, desde luego, pero  para  fortalecer los  vínculos  de  unidad entre todos los pueblos de España  y poder  garantizar los derechos y libertades reales  de las personas de bien, sin  tener  que  ser   sacrificados  por  respetar  los  derechos y  libertades  de  aquellos  que quitan la vida y destruyen el bienestar de todos.

Mientras los representantes  políticos  catalanes y  vascos han potenciado una  conciencia propia y no española,  los  gobiernos de la nación no han sabido  evitar a lo  largo de  estos 30 años de democracia, la perdida progresiva de una  conciencia individual  y a la vez colectiva de ser español  y   formar parte de una Gran Nación.

Con su  falta  de  previsión se ha   provocado  una  gran  indiferencia  social hacia  todo   aquello  que  representa  a  España.   Por un lado,   evidenciamos  un  mayor efecto en el  pensamiento  de   izquierdas.  Y  por el otro,  se ha  generado  un  vinculo  directo   de exclusividad y a su   vez   erróneo,   de   que   la   derecha   y   a los  que  popularmente   llaman   «fachas»  son  los   únicos que representan  a  España.  Quizás  todo  esto  sea el resultado de una estrategia diseñada y aprovechada  por  reyezuelos sin corona en busca de un reino.

Son los poderes del estado los que deben hacer bien su trabajo para evitar que la historia se repita.  Si queremos avanzar en el futuro,  nuestra sociedad no puede estar cautiva de su historia más reciente,  y para ello debemos aprender de los errores del pasado.

   Estas son algunas de las caras ocultas  de aquellos que buscan la separación de España y que no aplican con otros pueblos  la regla de oro de «no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti».