Razón de ser
En la existencia de la vida, el ser humano tuvo que agruparse para poder defenderse de su misma especie, y de las dificultades que impone la madre naturaleza.
Estas agrupaciones, encontraron ante sí, aspiraciones e intereses comunes, haciendo posible la creación de los primeros pueblos o sociedades.
Ante sus constantes luchas por la supervivencia y la progresiva necesidad de avanzar ante el mundo, surgieron las grandes metas, y con ellas los pueblos fuertes y débiles.
En ese andar continuo, se sucedieron uniones, anexiones y conquistas de pueblos, de ellos solo prevalecieron los pueblos más fuertes, el origen de las jóvenes naciones.
Entidades de un solo pueblo o conjunto de pueblos, se ven representados por la Nación, y de estás, solo las más fuertes son las que se expansionan, desarrollan y hacen que su cultura e historia sean el presente, pasado y futuro.
Son las Naciones fuertes, los responsables de la Humanidad y son aquellas que deciden, no solo su destino, sino también el del mundo.
Esta aspiración debe ser común a la gran mayoría de los hombres y mujeres que forman nuestra patria, y quizás la misma aspiración la tengan muchos otros pueblos de la humanidad.
Por ello tenemos que asegurar nuestra presencia en el mundo con hechos, con nuestro trabajo y esfuerzo debemos garantizar que nuestra Nación este integrada en el presente y futuro de la humanidad, no como observador, sino como elemento creador.
«No dar una definición adecuada de España podrá suponer que futuras generaciones no desarrollen ninguna lealtad hacia el país»
Henry Kamen. Historiador británico.
El “ser español” y la difícil convivencia social.
EL MUNDO, sábado 10 de febrero de 2007.